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TIBET

TIBET. Gyantse. Pelkor Chode

TIBET. Gyantse. Pelkor Chode


Gyantse. La ciudad

Ciudad ubicada al Suroeste de Lhasa, de la que la separan 255 km, en el Valle Nyangchu, a una altitud de 3.800 m. Fue una de las ciudades más importantes del Tíbet, por encontrase en la ruta comercial con la India, Sikkim (anteriormente reino independiente y en la actualidad provincia de la India), y Bhután.

Es la ciudad que más nos ha gustado de todo el viaje por el Tibet. Aparte de sus monumentos podremos ver una amplia barriada tibetana donde podremos ver que los tibetanos no son ciudadanos iguales que los chinos, tal y como nos quiere hacer el gobierno chino.


Monaterio de Pelkor Chode.

Fue una de las mayores lamiserías del Tíbet. Construida en el siglo XIV, estaba rodeada de murallas, llegó a albergar a una comunidad formada por más de 1.000 lamas. Durante la Revolución Cultural fue prácticamente destruido, y la mayoría de los monjes fueron hechos prisioneros. En la actualidad se pueden visitar algunas dependencias y una parte que queda de la muralla. En el templo principal pueden verse algunas esculturas en madera de pequeño tamaño pero muy interesante.

Panorámica del monasterio.

También se puede visitar el dormitorio de los monjes y una gran sala donde se dice se celebraban las asambleas.

Vista de todo el complejo del monasterio desde Gyantse Dzong

En su interior se ubica una construcción piramidal de varios pisos denominada "El Chorten de Oro o Chorten Kumbum", que encierra una serie de capillas decoradas con pinturas y esculturas.
Biblioteca de escritos dentro del monasterio.

Construido el en siglo XV este impresionante chorten mide 35 metros. Su interior está compuesto por innumerables pequeñas capillas con pinturas cada cual más bella.
Chorten Kumbun

Está considerado como el más importante de este tipo del Tibet. Hay un control en la entrada que no deja pasar las cámaras.
Dos tibetanas orando.

Para los transgesores de estas normas, se pueden guardar las cámaras en el bolso de mano y hacerse el sueco. Merece la pena sacar fotos a todas esas pinturas.

Uno de los imnumerables altares en el interior del monasterio.