Después de llegar al aeropuerto, pasamos por el tedio de los trámites aduaneros, donde los polis son bastante desagradables y eligen al azar a gente del avión para registrarlos más en detalle. Este registro 'detallado' puede llevar una hora. Pero es lo único desagradable en todo el viaje, por lo que te lo tomas con calma. Desde el aeropuerto, contactamos con un taxi que ya habíamos contratado por internet y nos lleva al hotel tardando una hora. Hay mucho tráfico siempre. Llegamos al mediodía, por lo que enseguida nos ponemos en marcha para empezar a ver cosas.