Kyoto fue la capital de Japón durante más de mil años y a lo largo de estos siglos, fue cuna de gran parte de lo más elaborado que produjo el país en el ámbito de las artes, la cultura, la religión o las ideas.
Es un palacio imperial de Japón, pero no es la residencia del Emperador de Japón. El emperador reside en el Palacio Imperial de Tokio desde 1869 (Restauración Meiji) y ordenó preservar el Palacio Imperial de Kioto en 1877.
El Palacio Imperial de Kioto es el último de los palacios imperiales construidos en o cerca de la parte nororiental de la antigua capital de Japón, Heian-kyo (actual Kioto) después del abandono del Palacio Heian que estaba ubicado al oeste del actual palacio, durante el periodo Heian. El palacio perdió muchas de sus funciones durante la Restauración Meiji, cuando la capital se cambió a Tokio en 1869. Sin embargo la coronación de los emperadores Taisho y Showa se llevó a cabo en el Palacio de Kioto.