Segundo día. Salimos a la 6 de la mañana para evitar el calor del mediodía. Como se hace enseguida de noche, dormimos muchas horas, así que no da mucha pereza. Lo único que hay que dejar todo preparado en las bolsas de viaje y preparar nuestra mochila de día antes de ir a desayunar, para que los porteadores y mulas vayan saliendo mientras nosotros desayunamos.
Seguimos bordeando el río por un sendero bastante estrecho y muy cerca de su cauce. A veces no sabes como pueden desplazarse las mulas por ese lugar.
El lunch en esta ocasión, que es la comida, a las 10 de la mañana. La comida es de pantalón largo, con mantel y todo.
Seguimos bordeando el río. El ruido es bastante fuerte por la fuerza del agua. Se oyen piedras que se van desplazando en el interior del río dada su violencia. El paisaje no obstante es muy bonito.
Hasta ahora hemos estado llaneando prácticamente. A 34ºC empezamos a subir una cuesta muy suave y cómoda.
Dejamos abajo el río por el momento, bordeando puentes de apariencia muy frágil y dudosa.
Después de unas siete horas en plan tranquilo, y unos 600m des desnivel, llegamos al segundo campamento: Paiju.