Vigésimo quinto y último día. Con esta crónica acabamos nuestro inolvidable periplo a Japón. Hoy nos hemos acercado al Templo de Ginkaku-ji, llamado también Templo Plateado, que no es tal. ya que no lo llegaron a panelar de plata, pero aún así es un sitio muy bonito, sobre todo el jardín. Desde aquí se realiza un camino que se llama el del ‘Filósofo’, que discurre al lado de un pequeño canal de agua y de vez en cuando, visitas algún que otro templo. Dura una hora y media y resulta relajante.