Vamos al otro lado del pueblo para ir a ver Okunoin, formando parte junto a varios monumentos más, como Patrimonio de la Humanidad. Tenemos delante 2 kilómetros de bosque centenario, que a través de un ancho sendero, podremos ver a los lados innumerables tumbas (unas 200.000), desde las más actuales hasta de 500 años de antigüedad. Impresionante.
Al fondo de este bosque, está el Mausoleo de Kobo Daishi, primer monje que fundó el primer templo en el valle. Es muy venerado y por eso, ser enterrado en esta zona es signo de distinción. Por eso hay enterrados personajes ilustres de todos los tiempos.