Viajes por el Mundo

RUTA DE LA SEDA

Crónicas Viajeras

Puesta de Sol en Khiva (Uzbekistán)

 



Se nos estaba haciendo tarde para ver la puesta del Sol en lo alto, estábamos sacando fotos por las callejuelas de Khiva, y nos parábamos en cualquier esquina. No podíamos dejar de mirar, oler, oír por este pequeño laberinto milenario. Ya por fin, subimos a un alto donde se contemplaba toda la ciudad amurallada. A un lado, mirando a través de una ventana de adobe, podíamos ver las almenas que caracterizan a esta ciudad mítica.



El Sol ya se estaba poniendo y sus rayos bañaban los monumentos alrededor, dándoles una capa dorada preciosa. Para mí no era una puesta de Sol exótica solamente. Veía como en una película, como se superponían las caravanas que durante muchas décadas pasaron por aquí cruzando la Ruta de la Seda. Veía como la gente descabalgaba de los camellos y descansaban en las madrasas que había por toda la ciudad, desde las más sencillas hasta las más lujosas. Gente corriendo por todos lados, quitando las cargas de los camellos, dándoles hierba para que pastaran, acomodando a los clientes.



Todo esto lo veo desde aquí, a pesar de tener a mis compañeros al lado, en vivo contraste con sus ropas actuales para protegerse del fresco, con cámaras supermodernas. Te das cuenta de lo que han cambiado las cosas en estos siglos, pero aún se respira la esencia misma del desierto y de la seda. Es una experiencia inolvidable y única. Por fortuna todavía me quedaría visitar Samarkanda, pero esa era otra historia…